El matrimonio entre la Princesa Diana (Lady Di) y el príncipe Carlos de Gales, fue una de las relaciones más tormentosas y vergonzosas de la Realeza Británica. Pero Diana sabía que quedarse a sufrir por algo de lo que no era responsable, jamás sería una opción.
Fue lamentable, pero a la vez predecible para sus allegados. Su relación jamás tendría un final feliz.
Ya pasaron muchísimo años de todo esto, pero entre todo el drama y polémica que ambos vivieron, salió a la luz una historia más sobre lo que sucedió luego que la Princesa descubrió la infidelidad que terminó con su matrimonio.
En junio de 1994, la revista “Vanity Fair” invitó a Diana a un evento en la Serpentine Gallery. La Princesa de Gales asistió y sorprendió a todos, acaparando por completo el foco de las cámaras y la mirada de las celebridades asistentes… Las que conocen está historia, saben de qué les hablo.
Diana hizo su aparición con un sensual Little Black Dress, creado por la diseñadora Griega Christina Stambolian; y aunque ella siempre se caracterizó por ser todo un icono de la moda (incluso antes de su separación con quien fuera el padre de sus 2 hijos), nunca antes la habíamos visto usar nada parecido.
Esto amigas mías, era vengarse con clase y estilo.
Edición: Fashionholic For Ever
Fotografías: Woman's Own
Según algunas fuentes, esa tarde Lady Di pensaba asistir con otro vestuario y mientras ella comenzaba a prepararse, el príncipe Carlos apareció en televisión brindando una entrevista. En ella confesaba públicamente su vergonzosa relación con Camilla Parker y en la cual declaraba -“Fui fiel hasta que tuve claro que nuestro matrimonio estaba irreparablemente roto”-
Se dice que esta entrevista permitió a Diana abrir los ojos para realizar el cierre definitivo con la realeza y sobre todo con Carlos. Era el momento de demostrar que ya no dependía de los típicos protocolos reales. Al fin se había liberado de las cadenas que la oprimieron durante los años que vivió sometida a un matrimonio infeliz.
Buscando entre su guardarropa, dio con el modelo que le permitiera demostrar tal cierre. El vestido seleccionado trasgredía varias normas del protocolo Real, entre los que ningún miembro de la monarquía puede utilizar el color negro por estar reservado exclusivamente para el luto, a demás que ninguna mujer debe de mostrar hombros y piernas.
Ese día seria conocido como el "Día de la Venganza", y en particular, el vestido fue nombrado por todos como el "Vestido de la Venganza".
Esta hermosa prenda de seda negra con escote bardot, sin mangas, acompañado con joyería y un par de tacones pump (que son un clásico por excelencia), fueron las mejores armas de Diana aquel día.
En declaraciones de su antigua stylist, Anna Harvey -“Diana quería verse como de un millón de dólares”-. No sé ustedes chicas, pero creo que realmente consiguió su objetivo y la aplaudo por ello, se veía impresionante.
Al día siguiente, la fotografía que acompañaba la confesión de Carlos en todos los medios de prensa, mostraban a una Diana empoderada y sobre todo radiante. Es a partir de esa fiesta que nuestra amada princesa empezó a vestir de manera más arriesgada, con prendas un poco más sexys y lo que más ame…. comenzó a usar tacones!!!!
Hago énfasis en esto, ya que no es ningún secreto que ella no tenía permitido usar tacones que fueran demasiado altos, solo para que su ex esposo no pareciera más bajo 🤦♀️. Esto para mi es indignante y una verdadera estupidez, pero lastimosamente era una de las tantas normas que Diana debía acatar mientras perteneciera a la familia real.
Volviendo al afamado vestido, nos damos cuenta que, si bien Diana demostró en más de una ocasión lo benévola y educada que era, su verdadera personalidad salió a la luz gracias a ese vestido. Desde ese día vimos una Diana diferente, extrovertida, alegre y dispuesta a comerse el mundo entero.
Un beso y nos leemos en el siguiente Post.
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